domingo, 21 de agosto de 2022

Comienza un nuevo camino (segunda parte)

 hoy es 21 de agosto del 2022


El 9 de junio de 1946 naci en la ciudad de Buenos Aires, capital de la Republica Argentina,

Viaje mucho conoci, lugares gente, costumbres distintas, pero mi lugar de residencia siempre fue en un radio de no mas de 3000 metros, de mi primera casa Malabia 3221, una casa chorizo que estaba a no mas de 300 metros, de la casa de Don Juan Manuel de Rosas, no pude conocerla, ya que fue demolida por orden de Sarmiento; Luego de la batalla de Caseros. Y que precisament donde hoy esta el Monumento a Sarmiento. (Libertador y Sarmiento) Alli se encontraba el dormitorio de Rosas. En nuestro Pais tenemos la costumbre de pensar que destruyendo las huellas de las personas, haremos que la gente los olvide.


Dibujo de epoca del caseron de Rosas


en esta foto se ve el camino ppal.
a la casa enmarcado por dos arcos, uno queda actualmente y 
es la puerta ppal del actual jardin Zoologico 


Hasta hace un par de años se veian algunos ladrillos que habian pretenecido a las bases de la casa principal. El 3 de febrero de 1899, día en el que, durante la segunda presidencia de Julio Argentino Roca se dispuso su demolición y fue dinamitada “como parte de los festejos recordatorios del triunfo de Urquiza en la batalla de Caseros”.Hoy nuestro actual intendente se ha ocupado de tapar todo rastro de esta casa, con un material sintetico que sirve para que la gente pueda correr en esta zona.

Mi segunda casa fue a la que con mis Padres nos mudamos a mis 18 años, avenida Pueyrredon 2409 piso 9° depto B. Ahi vivi cuando me case con Estela y alli nacieron mis tres hijos, Santiago, Maria Paz y Camila, de ahi nos mudamos apenas dos pisos mas arriba a un departamento que compramos y donde vivimos varios años, despues vivimos en un depto de Melo y Pueyrredon y durante 2 años vivimos en un depto que nos presto Roberto Gruneisen y Maria Marta Molina cuando se mudaron a Tierra del Fuego, por un par de años en los que Roberto dirigio una de las petroleras de su familia.

Como una de las consecuencias de la crisis del 2000/2001, nos mudamos a mi actual casa Vuelta de Obligado 2960, lugar desde donde hoy partimos, con Toro, rumbo a nuestro proximo lugar de residencia en Concepcion del Uruguay Entre Rios.

COMIENZA UN NUEVO CAMINO, la muerte de Estelita hace 10 meses, los cambios en la ciudad de Buenos Aires, incrementados en la locura de la pandemia, estan convirtiendo mi ciudad de Buenos Aires en invivible, sigue siendo una gran ciudad pero poco a poco esta perdiendo parte de su escencia, gracias a la improvisacion de sus gobernantes y de la desidia de sus habitantes, que no se dan cuenta que esta ciudad esta perdiendo su calma, su tranquilidad  en haras de un falso progreso, Me pregunto que es el progreso? es mejorar la calidad de vida, de sus habitantes? o entrar en la locura del consumo, que destruye, nuestra forma y calidad de vida.  

Pase muy felices casi 77 años en esta ciudad que quiero, aca pase los momentos mas felices de mi vida, Estoy seguro que los pocos años que me quedan tratare de ser feliz poder disfrutar de la vida, en compañia de nuevos AMIGOS. No estoy lejos y seguire, volviendo a Buenos Aires desde ahora como visitante, para mi familia y mis AMIGOS, comienzo a construir mi nuevo hogar, en unas horas parto con Toro. donde los recibire cada vez que ellos me visiten.

Entre Rios es una isla entre el Parana y el Uruguay, con el tiempo el hombre construyo puentes y tuneles para salvar las grietas del camino, junto a un grupo de gente, estare estos ultimos tratando de salvar la grieta que el egoismo de los hombres han construido, me propongo trabajar para contribuir a eliminar esta grieta. tratare de seguir el legado de los hombres que a pesar de sus diferencias ideologicas construyeron un proyecto de Pais unido entre sus Provincias y unido a sus paises hermanos, los paises Latinoamericanos. Ese fue el sueño de los patriotas que nos liberaron, no solo de españa sino tambien intentaron hacerlo desde entinces de los paises colonialistas.

martes, 5 de julio de 2022

La fabula del helecho y el bambú - reflexiones para un nuevo comienzo



Un humilde carpintero, Kishiro, vivía feliz con su trabajo y su familia. Tenía una mujer y dos hijos y las cosas no le iban nada mal. Pero el negocio entró en una mala racha y el hombre comenzó a ganar mucho menos dinero.

Empezaron los problemas económicos y luego éstos se trasladaron a la familia. Hasta el punto, que Kishiro entró en una depresión. No era capaz de ver la salida. Lo intentó todo, cambió la forma de su negocio, pero no había manera… las cosas seguían sin funcionar.

Desesperado, Kishiro atravesó el bosque en busca de ayuda, la de un anciano sabio que vivía en una humilde casa de madera. Allí, el anciano escuchó muy atento las lamentaciones y problemas de Kishiro, con un té caliente entre las manos. Cuando Kishiro terminó de hablar, el sabio se levantó y le pidió que le siguiera a la parte trasera de la casa.


El anciano maestro le mostró a Kishiro dos plantas que él mismo había plantado en medio de una explanada: un helecho y un bambú. Entonces, le contó su historia:

– Observa estas plantas. El bambú ahora te parecerá muy alto y robusto. 

Pero hace años llegué a pensar que nunca vería la luz. Verás, yo enterré unas semillas de helecho y bambú al mismo tiempo. Me gustan las dos plantas y quería tenerlas en mi jardín.



El helecho en seguida se dejó ver, con sus preciosas y brillantes hojas verdes. Pero el bambú se negaba a asomar ni un poquito. Pasó un año y el helecho seguía creciendo y extendiéndose, mientras que el bambú seguía sin nacer. Y así estuve esperando, regándolo igual, otro año más, y otro…




Y a los cinco años al fin apareció el bambú. 


Entonces
 comenzó a crecer y a crecer con rapidez. De pronto alcanzó los 10 metros, luego 20… ¡y míralo ahora! ¡Es altísimo! Pero… ¿sabes por qué tardó el bambú tanto en salir al exterior?

Kishiro pensó un rato pero no pudo dar con la respuesta.

– La verdad es que no se me ocurre nada…

– Porque el bambú estuvo cinco años dedicándose a fortalecer su raíz. Para poder crecer luego tanto, necesitaba tener una raíz grande y fuerte. Por eso tardó tanto en crecer.

La enseñanza que la fábula ‘El helecho y el bambú’ quería transmitir

El anciano contempló el rostro asombrado de Kishiro. Se dio cuenta de que al fin comenzaba a entender el mensaje, y continuó con su enseñanza, regalándole todas estas reflexiones:

– Tanto el helecho como el bambú tienen un cometido diferente, y ambos son necesarios en el bosque.

– Nunca te arrepientas de nada en tu vida, porque los días buenos te dan felicidad, pero los malos, te dan experiencia.

– La felicidad te mantiene dulce, los intentos fallidos te fortalecen, las desgracias te hacen más humano, las caídas te mantienen humilde y el éxito te ofrecerá brillo.

Recuerda, Kishiro: si no consigues aún lo que buscas, no desesperes. Tal vez estés echando raíces.


lunes, 3 de enero de 2022

El Quijote peludo



Publicado por José Ramón Hernández Correa 

A lo mejor publicar esto un 28 de diciembre os hace pensar que es una broma y no os creéis nada, pero os aseguro que esta historia es real. Es tan real como pueden serlo las cosas reales, las manías de la gente, sus decisiones incomprensibles, sus rasgos morbosos de mal gusto y de sentimentalismo más kitsch y más siniestro.

(Si no os fiáis de mí os invito a navegar por internet y, sobre todo, a leer el artículo que enlazo en la nota final. Hay muchos testimonios de lo que sigue).

Le Corbusier tenía un perro al que llamó Pinceau (que podríamos traducir como "Pincel", "Brocha", o algo así, y que desde luego tiene relación con su pelaje).

Hay fotos en las que se le ve en actitud cariñosa con su perro, al que le tenía mucho cariño.








Aquí también está Yvonne, la esposa del arquitecto

Parece que hay un tipo bastante recurrente en la historia de la literatura que es el de "escritor con gato", y que no sé si implicará algún estilo o querencia en concreto. También podríamos establecer la de "arquitecto con perro", pero no es esta mi intención, al menos en este momento. Baste saber que Le Corbusier tenía perro y lo quería mucho.

De lo que va esta entrada es de que tal vez lo quería demasiado, o al menos de una forma desaforada.

Los perros viven bastante menos que las personas, y en este caso también fue así y el cariñoso Pinceau falleció el día 6 de noviembre de 1945. Père Corbu se sumió en la angustia y en la desesperación y no se resignó a separarse de él del todo y para siempre, así que se quedó con un recuerdo.



Le Corbusier siempre tenía a mano una edición de Don Quichotte en dos tomos. Una buena edición sobada y leída muchas veces. Le gustaba como texto y como objeto acariciable. Disfrutaba mucho con su lectura, pero también con su contacto, y la llevaba consigo a menudo.

Pues sí: Cuando Pinceau murió su amo hizo retapar los dos tomos con su peluda piel.











Qué cosa más bonita, qué detalle tan sentido. Qué manera más sutil de seguir acariciando el pelo de su amigo, haciéndolo al paladear la lectura de su libro preferido.

Y es que cuando uno es artista lo es en todo. Qué finura, qué elegancia, qué cosa tan sensible y grata.

Uno ve esta prueba de amor y se retrotrae a otros ejemplos de lucha contra la muerte, de ansia por el recuerdo:











Pero en todos ellos se intenta mantener al muerto con su misma forma, con su identidad. Le Corbusier podría haber hecho disecar a Pinceau. Sin embargo, esto que hizo es una cosa aún más rara. Es una especie de transmutación o de transubstanciación: Es querer convertir al perro en libro, al animal en historia, a la vida en mito.
Ahí, en mi opinión, hay algo de reliquia mágica, capaz de operar alguna suerte de milagro. La mera proximidad del objeto, su mero contacto, comunica cualidades y propiedades deseadas.

La mano incorrupta de Santa Teresa

Reliquias santas que se llevan encima como talismanes, y a las que se recurre como auxilio en los momentos de zozobra y en las tomas de decisiones; una ayuda en las dudas, un consuelo, incluso una inspiración.



¿Acariciaba Le Corbusier su Quichotte peludo, su reliquia de Pinceau cuando proyectaba la Unité de Marsella, o cuando imaginaba la cubierta alabeada de Ronchamp? Seguro que sí. Siempre tenía a mano los tomos. ¿Recurriría a la caricia del pelo de Pinceau cuando estaba estresado? Es muy posible.
¿Dejará alguna vez de sorprendernos este hombre? Seguramente jamás.




--------------------------------------------------------
NOTAS:

*¿Qué hizo Le Corbusier con el resto de Pinceau no empleado en la encuadernación? ¿Lo enterró incompleto? ¿Lo enterró a medio desollar? Esto me da todavía más grima que lo otro.

* He puesto el cartel de El Jorobado de la morgue, película de Paul Naschi rodada en buena parte en Seseña (en la cueva de Antonio y Marisol). El protagonista trabaja en el depósito de cadáveres. Muere su amada y pretende que un científico loco la resucite. ¿Quién puede negarse a este pepinazo? Además hay una escena formidable con ratas, pero eso no sé si lo contaré algún día.




Paul Naschi en la cueva de Antonio y Marisol