miércoles, 8 de abril de 2020

El holocausto del que nadie quiere hablar, La Conquista del desierto en territorio de La Argentina

publicado  en El País
Hablar de que Roca generó un genocidio sobre los pueblos indígenas del sur de nuestro país es reconocer que realmente fue eso: una incursión armada, desde el estado creciente, sobre un espacio ocupado por poblaciones que ya lo poseían desde mucho tiempo antes, con el objetivo de diezmar a la población, despojarlos y ocupar sus territorios, secuestrar sus recursos y desintegrarlos culturalmente.
El exterminio del que fueron objeto fue llevado a cabo con la obsesión de la “limpieza de la nación”, de quienes Roca consideraba “salvajes”: “Hasta nuestro propio decoro como pueblo viril a someter cuanto antes, por la razón o por la fuerza, a un puñado de salvajes...”.(1)
La mal llamada “Conquista del Desierto” cumplió su cometido. La nación se forjaba bajo la violencia del estado sobre las poblaciones que históricamente habían vivido en sus territorios.

Los campos de concentración de la “conquista del desierto
Los sobrevivientes de la llamada “Conquista del Desierto” holocausto argentino fueron “civilizadamente” trasladados, caminando encadenados 1.400 kilómetros, desde los confines cordilleranos hacia los puertos atlánticos.
A mitad de camino se montó un enorme campo de concentración en las cercanías de Valcheta, en Río Negro. El colono Galés John Daniel Evans recordaba así aquel siniestro lugar: “En esa reducción creo que se encontraba la mayoría de los indios de la Patagonia. (…) Estaban cercados por alambre tejido de gran altura; en ese patio los indios deambulaban, trataban de reconocernos; ellos sabían que éramos galeses del Valle del Chubut. Algunos aferrados del alambre con sus grandes manos huesudas y resecas por el viento, intentaban hacerse entender hablando un poco de castellano y un poco de galés: ‘poco bara chiñor, poco bara chiñor’ (un poco de pan señor)”.1

La historia oral, la que sobrevive a todas las inquisiciones, incluyendo a la autodenominada “historia oficial” recuerda en su lenguaje: “La forma que lo arriaban…uno si se cansaba por ahí, de a pie todo, se cansaba lo sacaban el sable lo cortaban en lo garrone. 
La gente que se cansaba y…iba de a pie. Ahí quedaba nomá, vivo, desgarronado, cortado. 
Y eso claro… muy triste, muy largo tamién… Hay que tener corazón porque… casi prefiero no contarlo porque é muy triste. 
Muy triste esto, dotor, Yo me recuerdo bien por lo que contaba mi pobre viejo paz descanse. Mi papa; en la forma que ellos trataban. 
Dice que un primo d’él cansó, no pudo caminar más, y entonces agarraron lo estiraron las dos pierna y uno lo capó igual que un animal. 
Y todo eso… a mí me… casi no tengo coraje de contarla. 
Es historia… es una cosa muy vieja, nadie la va a contar tampoco, ¿no?...único yo que voy quedando… conocé… Dios grande será… porque yo escuché hablar mi pagre, comersar…porque mi pagre anduvo mucho… (…)”. 2
De allí partían los sobrevivientes hacia el puerto de Buenos Aires en una larga y penosa travesía, cargada de horror para personas que desconocían el mar, el barco y los mareos. Los niños se aferraban a sus madres, que no tenían explicaciones para darles ante tanta barbarie.
Un grupo selecto de hombres, mujeres y niños prisioneros fue obligado a desfilar encadenado por las calles de Buenos Aires rumbo al puerto. 
Para evitar el escarnio, un grupo de militantes anarquistas irrumpió en el desfile al grito de “dignos”, “los bárbaros son los que les pusieron cadenas”, en un emocionado aplauso a los prisioneros que logró opacar el clima festivo y “patriótico” que se le quería imponer a aquel siniestro y vergonzoso “desfile de la victoria”.
Desde el puerto los vencidos fueron trasladados al campo de concentración montado en la isla Martín García. 
Desde allí fueron embarcados nuevamente y “depositados” en el Hotel de Inmigrantes, donde la clase dirigente de la época se dispuso a repartirse el botín, según lo cuenta el diario El Nacional que titulaba “Entrega de indios”: “Los miércoles y los viernes se efectuará la entrega de indios y chinas a las familias de esta ciudad, por medio de la Sociedad de Beneficencia”.3

Se había tornado un paseo “francamente divertido” para las damas de la “alta sociedad”, voluntaria y eternamente desocupadas, darse una vueltita los miércoles y los viernes por el Hotel a buscar niños para regalar y mucamas, cocineras y todo tipo de servidumbre para explotar.
En otro articulo, el mismo diario El Nacional describía así la barbarie de las “damas” de “beneficencia”, encargadas de beneficiarse con el reparto de seres humanos como sirvientes, quitándoles sus hijos a las madres y destrozando familias: “La desesperación, el llanto no cesa. Se les quita a las madres sus hijos para en su presencia regalarlos, a pesar de los gritos, los alaridos y las súplicas que hincadas y con los brazos al cielo dirigen las mujeres indias. En aquel marco humano unos se tapan la cara, otros miran resignadamente al suelo, la madre aprieta contra su seno al hijo de sus entrañas, el padre se cruza por delante para defender a su familia”.
Los promotores de la civilización, la tradición, la familia y la propiedad, habiendo despojado a estas gentes de su tradición y sus propiedades, ahora iban por sus familias. A los hombres se los mandaba al norte como mano de obra esclava para trabajar en los obrajes madereros o azucareros.
Dice el Padre Birot, cura de Martín García: “El indio siente muchísimo cuando lo separan de sus hijos, de su mujer; porque en la pampa todos los sentimientos de su corazón están concentrados en la vida de familia”.4
Se habían cumplido los objetivos militares, había llegado el momento de la repartija del patrimonio nacional.
La ley de remate público del 3 de diciembre de 1882 otorgó 5.473.033 de hectáreas a los especuladores. Otra ley, la 1552 llamada con el irónico nombre de “derechos posesorios”, adjudicó 820.305 hectáreas a 150 propietarios. La ley de “premios militares” del 5 de septiembre de 1885, entregó a 541 oficiales superiores del Ejército Argentino 4.679.510 hectáreas en las actuales provincias de La Pampa, Río Negro, Neuquén, Chubut y Tierra del Fuego. La cereza de la torta llegó en 1887: una ley especial del Congreso de la Nación premió al general Roca con otras 15.000 hectáreas.
Si hacemos números, tendremos este balance: La llamada “conquista del desierto” sirvió para que entre 1876 y 1903, es decir, en 27 años, el Estado regalase o vendiese por moneditas 41.787.023 hectáreas a 1.843 terratenientes vinculados estrechamente por lazos económicos y/o familiares a los diferentes gobiernos que se sucedieron en aquel período.
Desde luego, los que pusieron el cuerpo, los soldados, no obtuvieron nada en el reparto. Como se lamentaba uno de ellos, “¡Pobres y buenos milicos! Habían conquistado veinte mil leguas de territorio, y más tarde, cuando esa inmensa riqueza hubo pasado a manos del especulador que la adquirió sin mayor esfuerzo ni trabajo, muchos de ellos no hallaron –siquiera en el estercolero del hospital– rincón mezquino en que exhalar el último aliento de una vida de heroísmo, de abnegación y de verdadero patriotismo”.5
Los verdaderos dueños de aquellas tierras, de las que fueron salvajemente despojados, recibieron a modo de limosna lo siguiente: Namuncurá y su gente, 6 leguas de tierra. Los caciques Pichihuinca y Trapailaf, 6 leguas. Sayhueque, 12 leguas. En total, 24 leguas de tierra en zonas estériles y aisladas.
Ya nada sería como antes en los territorios “conquistados”; no había que dejar rastros de la presencia de los “salvajes”. Como recuerda Osvaldo Bayer, “Los nombres poéticos que los habitantes originarios pusieron a montañas, lagos y valles fueron cambiados por nombres de generales y de burócratas del gobierno de Buenos Aires. Uno de los lagos más hermosos de la Patagonia, que llevaba el nombre en tehuelche de “el ojo de Dios”, fue reemplazado por el Gutiérrez, un burócrata del ministerio del Interior que pagaba los sueldos a los militares. Y en Tierra del Fuego, el lago llamado “Descanso del horizonte” pasó a llamarse “Monseñor Fagnano”, en honor del cura que acompañó a las tropas con la cruz” 5.
Referencias:
1 Walter Delrio, “Sabina llorar cuando contaban. Campos de concentración y torturas en la Patagonia”, ponencia presentada en la Jornada: “Políticas genocidas del Estado argentinos: Campaña del Desierto y Guerra de la Triple Alianza”, Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Poder Autónomo, Buenos Aires, 9 de mayo de 2005. Citado por Fabiana Nahuelquir en “Relatos del traslado forzoso en pos del sometimiento indígena a fines de la conquista al desierto”, publicado en http://www.elhistoriador.com.ar/…/sometimiento_indigena_con….
2 Testimonio recogido en Perea Enrique: “Y Félix Manuel dijo”, Fundación Ameghino, Viedma, 1989. Citado por Fabiana Nahuelquir, op. cit.
3 El Nacional, Buenos Aires, 31 de diciembre de 1878.
4 Álvaro Yunque, Historia de los argentinos, Buenos Aires, Anfora, 1968.
5 Manuel Prado, La guerra al malón, Buenos Aires, Eudeba, 1966.
6 Osvaldo Bayer, “Rebelde amanecer”, Buenos Aires, Página/12, 8 de noviembre de 2003.
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Fe de Erratas: minuto 4:18 es "1830" en lugar de 1930. Los primitivos dueños de la tierra venían resistiendo la conquista del hombre blanco desde la llegada de Solís, en 1516. Don Pedro de Mendoza debió abandonar Buenos Aires en 1536 por la hostilidad de los pampas. Sólo a partir de la creación del virreinato y la consecuente presencia de un poder político y militar fuerte, fue posible establecer una línea de fronteras con el “indio” medianamente alejada de los centros urbanos. Rosas, haciéndose eco de las demandas de sus colegas estancieros sobre los constantes robos de ganado por parte de los indios, encabezó la primera “conquista al desierto”. Entre 1833 y 1834, al concluir su primera gobernación, Juan Manuel de Rosas, emprendió la primera campaña financiada por la provincia y los estancieros bonaerenses. La expedición contó con el apoyo de las provincias de Córdoba, San Luis, San Juan y Mendoza. Rosas combinó la conciliación con la represión. Pactó con los pampas y se enfrentó con los ranqueles y la Confederación liderada por Juan Manuel Calfucurá. Según un informe que Rosas presentó al gobierno de Buenos Aires a poco de comenzar la conquista, el saldo fue de 3.200 indios muertos, 1.200 prisioneros y se rescataron 1.000 cautivos blancos. Hasta la caída de Rosas se vivió en una relativa tranquilidad en las fronteras con el indio, pero a partir de 1853 reaparecieron los malones. En marzo de 1855, el gobierno de la provincia envió una expedición militar hacia la zona de Azul al mando del coronel Bartolomé Mitre. Mientras acampaba en Sierra Chica, la división fue cercada y diezmada por los lanceros del cacique Calfucurá. Calfucurá (significa piedra azul) era el jefe indígena más importante. Había nacido en Lloma (araucania chilena) en 1785. En 1834 logró imponerse sobre los araucanos de Masallé (La Pampa) y se proclamó «cacique general de las pampas». El cacique araucano sometió a todas las tribus del Sur. Calfucurá, dotado de una gran inteligencia y una notable capacidad de organización, organizó en 1855 la «Gran Confederación de las Salinas Grandes», en la que confluyeron las tribus pampas, ranqueles y araucanas. La consolidación del Estado nacional hacía necesaria la clara delimitación de sus fronteras con los países vecinos. En este contexto, se hacía imprescindible la ocupación del espacio patagónico reclamado por Chile durante décadas. Sólo la pacificación interior impuesta por el Estado nacional unificado a partir de 1862, permitió a fines de la década del 1870, concretar estos objetivos con el triunfo definitivo sobre el indio. El gobierno de Avellaneda, a través del ministro de Guerra, Adolfo Alsina impulsó una campaña para extender la línea de frontera hacia el Sur de la Provincia de Bs As. El plan de Alsina era levantar poblados y fortines, tender líneas telegráficas y cavar un gran foso, conocido como la «zanja de Alsina», con el fin de evitar que los indios se llevaran consigo el ganado capturado. La Conquista del Desierto fue la campaña militar realizada por la República Argentina entre 1878 y 1885, por la que se conquistó grandes extensiones de territorio que se encontraban en poder de pueblos originarios (mapuche, pampa, ranquel y tehuelche). Se incorporó al control efectivo de la República una amplia zona de la región pampeana y de la Patagonia (llamada Puelmapu por los mapuches)​ que hasta ese momento estaba dominada por los pueblos indígenas. Éstos, sometidos, sufrieron la aculturación, la pérdida de sus tierras y su identidad al ser deportados por la fuerza a reservas indias, museos o trasladados para servir como mano de obra forzada. Los hechos son actualmente objeto de debate y visiones diferentes, la posición oficial y tradicional argentina sostiene que se trató de una gesta militar y una guerra legítima respecto de la efectiva soberanía de la Argentina sobre territorios heredados del Imperio español y que respondió a las matanzas y robos perpetuados por los malones indígenas sobre la frontera. Contra esa postura oficial, algunos políticos y periodistas argentinos de la época, denunciaron en aquel momento lo que consideraron un crimen de lesa humanidad cometido por el Ejército Argentino en casos puntuales. La posición tradicional de las comunidades mapuche, tehuelche y ranquel sostiene que se trató de una invasión ilegítima de los huincas argentinos sobre territorios ocupados ancestralmente. Una postura más actual y basada en fuentes estatales cuestiona el accionar del Estado argentino contra los pueblos indígenas, tanto por la violencia, la insuficiencia de derechos y el objetivo de beneficiar a un grupo de terratenientes. Una opinión más reciente, compartida por las comunidades indígenas y estudiosos, llegan a sostener que se trató de un genocidio. En un sentido histórico más amplio, el término incluye a las campañas previas a la Conquista, conjunto de expediciones militares de los gobiernos nacionales y provinciales que se sucedieron, antes de la gran campaña de 1879.

30 comentarios:

  1. Imprecionante que un general lleve vou el nombre de procer cuando em realidade fue un asecino em potencial que extermino o povo indígena tambiem Argentino!!

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    1. no sabes escribir y decís que es indignante, indignante es que opines siendo un anafalbeto.

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    2. Son todos mafiosos invasores y criminales de Lesa humanidad

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  2. Chocante.! Tanta es la verdadera tragedia humana.
    .....y al igual que la falsedad religiosa catolica....hay mucha pero mucha tragedias humanas que muchos ignoramos.
    Hoy y a futuro, Nos toca a cada ser humano consciente mostrar y recordadr estas tragedias de tal mamera que la memoria de las victimas sean correctamente reconocidos en lo posi
    ble como el alma profunda verdaderamente ancestral.

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  3. Siempre él ser humano fue ambicioso cuando tiene poder más quiere, está en la historia 🤧😡😡

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  4. Los terratenientes son los peores 😡😡

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  5. buen video. pero muy reducido sobre lo que paso en la conquista de desierto. saludos y gracias.

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  6. Se debería también admitir que la campaña de Roca surgió como respuesta a los malones indígenas que asolaban la pampa. Previamente se había intentado frenarlos mediante la "zanja de Alsina" que por tratarse de una medida defensiva, no funcionó. Ahí se pasó a la ofensiva militar que, como en toda guerra, tuvo miles de víctimas inocentes entre otros pueblos originarios que no tenían nada que ver.

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  7. Muy lamentable todo lo qué ocurrió y sigue pasando aún en nuestro tiempo .

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  8. La conquista se procede asi en todo lugar, con abusos, muertes y destruccion de todo acto humano realizado. Nada justifica el exterminio, asi traten sus defensores, mitigar el mal inducido a los legitimos poseedores de las tierras.

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  9. QUIEN ESCRIBIÓ ESTO ES UNA AUTÉNTICA BASURA (NO LO PIENSO ASÍ, PERO TRANQUILAMENTE CUALQUIERA PODRÍA HACERLO).SI ESTO FUE UN GENOCIDIO SE TENDRIA QUE DECIR CUÁL FUE EL PEOR GENOCIDIO CONOCIDO EN ESTAS TIERRAS Y ESE FUE EL PROVOCADO POR LOS ARAUCANOS VENIDOS DEL OTRO LADO DE LA COORDILLERA CONTRA LOS AUTENTICOS PUEBLOS ORIGINARIOS, ALLÍ DESAPARECIERON PUEBLOS TEHUELCHUES COMPLETOS INCLUIDOS, MUJERES, NIÑOS Y ANCIANOS. PARA LUEGO ASENTARSE EN ESTAS TIERRAS CON EL FIN DE MALONEAR Y LLEVAR GANADO QUE LO VENDIAN EN CHILE, ASESINANDO PARA ELLO POBLADOS ENTEROS. NO ERA SU TIERRA (LA LADE LOS PAMPAS) QUE CONQUISTÓ ROCA, SINO LA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS, QUE NO ERAN NI LOS PAMPAS, NI LOS RANQUELES. POR ESA OTRA PARTE ESA BARBARIE (CAPAR UN INDIO) Y ESE ODIO HACIA EL INDIO SE DEBIA EN ALGUNOS CASOS A LA DEVOLUCIÓN DE FAVORES POR CRÍMENES ATROCES QUE ESTOS HABÍAN COMETIDO. AHORA, SI ME PERMITE UD., A QUÉ VIENE ESTE ODIO ABSURDO HACIA NUESTROS ANTEPASADOS? CÓMO PIENSA UD. QUE ERA LA IDEOSINCRACIA DEL HOMBRE EN ESOS TIEMPOS? SI ES COMO UD. LO PONE HABÍA BUENOS Y MALOS, ILUMINADOS (LOS ANARQUISTAS) Y SALVAJES (NUESTROS GOBIERNOS), PERDONEME PERO ESTO ES UN ABSURDO TOTAL Y COMPLETO, ES MIRAR LA HISTORIA CON UN OJO CAPRICHOSO DISFRAZADO DE JUSTICIERO, CUANDO LO QUE UNO VÉ ES UN SUFRIMIENTO PERMANENTE DE SU PARTE POR VER QUE LAS COSAS NO ENCAJAN CONFORME UD LAS VE, SEGÚN UD LA HISTORIA, PARA SER JUSTA, DEBIERA SER OTRA. PUES LO QUE LE PUEDO DECIR ES QUE LAMENTABLEMENTE DESDE QUE EL HOMBRE ES HOMBRE ESTOS HECHOS SIEMPRE SUCEDIERON, EN TODAS PARTES DEL MUNDO Y, AUNQUE UNO DETESTE LA IDEA, SEGUIRÁN SUCEDIENDO. LO QUE HICIERON LOS ARAUCANOS, ROCA, LOS AZTECAS Y MAYAS CON SUS VECINOS, STALIN CON LOS MILLONES DE COMPATRIOTAS QUE ELIMINÓ, LOS NAZIS, ATILA, ALEJANDRO, LOS TUTSIS EN AFRICA, LOS AMERICANOS EN VIETNAM, LOS FRANCESES EN ESPAÑA, LOS INGLESES Y HOLANDESES EN AFRICA, LOS JAPONESES EN CHINA, ETC. MUESTRA QUE EL HOMBRE EN CUALQUIER PARTE Y ÉPOCA HA SIDO, ES Y SERÁ EL LOBO DEL HOMBRE. LO QUE ROCA CONQUISTÓ POR ORDEN DE UN PRESIDENTE CONSTITUCIONAL, SE DEBÍA A RAZONES GEOPOLÍTICAS, LAD TIERRAS QUE REPARTIERON Y LOS PRISIONEROS O ESCLAVOS, ES LO MISMO QUE HICIERON LOS ROMANOS, LOS ESPARTANOS, LOS EUROPEOS, LAS TRIBUS AFRICANAS, LOS INDÍGENAS, LOS CHINOS, EN RESUMEN, NO ES NINGUN DESCUBRIMIENTO LA CRUELDAD DEL HOMBRE. PERO POR ESO AGARRARSELAS CON ROCA ES UNA EQUIVOCACIÓNUY GRANDE, TODA VEZ QUE GRACIAS A ESTE HOMBRE LA ARGENTINA NO SE DIVIDIÓ EN 5 o 6 REPUBLIQUETAS, NOS GUSTE O NO. POR ELLO INSISTIR EN DESTRUIR SU IMAGEN LO CONSIDERO UNA INFAMIA PORQUE SE ESTÁ ATACANDO LAS BASES MISMAS DE NUESTRA NACIONALIDAD, QUE A ESTAS ALTURAS NO VEO INTELIGENTE ANDAR CON TANTA MORALINA CUANDO NOSOTROS MISMOS HOY EN DÍA NOS BANCAMOS TANTO ROBO, TANTA FALTA DE RESPETO AL PRÓJIMO Y SOBRE TODO A LAS INSTITUCIONES, PERO LO MÁS GRAVE ES HABER INCORPORADO COMO UNA PALABRA COMÚN Y CORRIENTE EL VERBO CORROMPER, ESTO ÚLTIMO ES LO MÁS INMUNDO Y NAUSEABUNDO QUE HEMOS PODIDO PERMITIR. ENCIMA QUEREMOS ESCANDALIZAR A OTROS POR NUESTRO PASADO!! NO ES MUCHO YA!!!

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    1. Que la historia de la humanidad este llena de barbarie, no justifica la esclavitud, la humillación ni el genicidio cometido, la campaña del desierto fue una matanza cruel y aberrante, al igual que la captura de los indios quilmes en el norte de nuestro pais, donde solo llegaron un puñado de aborígenes a Buenos Aires, el resto como se sabe quedo en el camino y justificar la compra de esclavos por parte de las damas de la sociedad no me da ptra cosa mas que repugnancia.No soy moralista soy humano.

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    2. Su comentario lo que hace es justificar el accionar de las fuerzas militares. No veo ningún reproche a repartirse a los detenidos como esclavos, cuando ya estaba abolida la esclavitud. Tampoco veo preocupación por el resto de grandes extensiones de tierras en pocas manos.
      Por otro lado, lo que caracteriza esa conducta del estado nacional como genocidio es la desigualdad de fuerza,y la denigración de la persona humana.
      El general Julio Argentino Roca es un genocida, además de ser un beneficiado económicamente, creo que ese fue su objetivo, lo que denota un desprecio por la vida del otro.

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    3. Diga lo que se diga, la realidad no se puede tapar con palabrerías, las tierras siempre fueron y pertenecieron a los indios nativos de las diversas etnias, y posteriormente los españoles y sus sucesores invadieron sus territorios, los exterminaron y le quitaron las tierras a la fuerza, para finalmente repartirse el botín, como vulgares genocidas y delincuentes.

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  10. Es cierto, pero no justifiquemos lo injustificable, fue un genocidio, y ahora mi pregunta quienes son los dueños de esas tierras con lagos encerrados, ya ni siquiera son argentinos, ni tampoco dejan transitar a los argentinos o sea le regalamos la patagonia a ingleses norteamericanos y otros extranjeros de que sirvió quitárselas a los aborígenes de nada los argentinos fuimos despojados de esas tierras, debiéramos reflexionar seriamente lo que hicieron.

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  11. Que raro que está persona que cuestiona la publicacion no incluya entre estos geincidido que cita a la dictadura cívico militar del 76. Se contradice cuando niega el genocidio por un lado, pero por el otro lo justifica señalando otros de la historia resumiendo que el hombre es «el lobo del hombre». Como bien dice Valko, Bayer, Moyano, Leyton, Del Rio, Perez etc,la conquista es un genocidio porque hubo la intención de un Estado de eliminar a una población e impedir su reproducción. Ya nadie serio desde la historia y la antropología niega estos hechos. Habría que recordar, que la conquista no se hizo para defender al «nativo nacional», u oximoron si los hay, sino para darle la tierra a un grupo de poderosos que la siguen concentrando. Habría que recordar, que también los «indios amigos», fueron engañados, estafados y exterminados. Por suerte sus planteos ya son caducos y nadie los puede tomar con seriedad.

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  12. acuerdo totalmente con sales. Ese señor que escribe todo con mayusculas esta gritando, debe ser un milico de la epoca genocida de videla. Ya lers conocemos el pelo.

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  13. este don Eduardo Urbano que escribe sus ideas en MAYÚSCULAS dice reconocer en el general Roca parte de nuestra nacionalidad y que es una infamia lo escrito en el artículo presente sobre el verdadero holocausto sobre el que se fundó nuestro pais...creo está muy equivocado, o quiere demuestrar una postura tan hipócrita como cínica...

    es cierto y reconocido que el Homo Sapiens desde que apareció a la faz de esta Tierra en pocos años exterminó a su pacífico y milenario predecesor conocido como Pithecantropus Erectus...

    y de ahí venimos todos como sus descendientes, dando prueba documentada de los genocidios y atroces crímenes de lesa humanidad cometidos por congéneres con la ambición que declaman los mismos DERECHOS ROMANOS y sus leyes derivadas del concepto de las posesiones y escrituras en beneficio de los asesinos ganadores de guerras y sometimientos de unos a otros, en correlatos atroces de los peores crímenes tan imaginados como cometidos y hasta naturalizados...

    es una atrocidad reconocer como acto fundacional de nuestra patria el accionar genocida de exterminio ya determinado previamente por los escritos patentizados de los ideólogos entronizados como Domingo F. Sarmiento y los Mitres, quienes consideraban a los mal llamados "indios" aborígenes indígenas o pueblos originarios "sólo útiles para matarles y con su sangre abonar las fértiles tierras" campos inmensos en millones de hectáreas que muy lejos de ser DESIERTOS eran el preciado botín a por el cual mandaron a los Alsinas y Rocas generalizados para quedarse con los tremendos recursos naturales ya comprobados en el cuantioso ganado montaraz existente gracias a la fertilidad y las aguas de este territorio, por otro lado tan bien preservados por su buen uso de parte de los pueblos originarios, seres humanos preexistentes en miles de años al europeo conquistador y que fuesen tratados ellos como extranjeros y encarcelados torturados esclavizados sus familias destruidas por estos "civilizados" enviados de reyes y papas vaticanos...

    Este verdadero HOLOCAUSTO debe ser entendido, conocido, reconocido, enseñado, difundido, aprehendido, puesto en valor y considerado como un inmenso CRIMEN DE LESA HUMANIDAD para que prontamente con la JUSTICIA de por medio y ante la MEMORIA junto a la VERDAD se reestablezcan estos territorios a los descendientes de sus ancestrales ocupantes...les descendientes de LOS PUEBLOS ORIGINARIOS con su creencia cosmogónica de que somos parte de esta Tierra, que le pertenecemos a la Pachamama muy al revés de la creencia colonizadora impuesta por los conquistadores de que los terrenos pueden ser PROPIEDAD privada sólo constatada por escrituras y leyes antihumanas que han envilecido y envenenado tanto las tierras como el agua y los aires en procura de sus ambiciones y gulas sin límites...
    digo...

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  14. Que triste leer esto yo leí un poco de la historia de Gerónimo y también hubo genosidio en todo el mundo sé persiguió y se exterminó a los indios verdaderos dueños de las tierras me siento avergonzado por tanto dolor causado a miles de seres humanos porque los indios hombres cómo mujeres y niños tenían derecho a la vida malditos genosidas

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  15. Alguien puede mencionar una "conquista" oacífica y armoniosa???
    Toda conquista es violenta per se...
    La conquista d américa pir los españikes, ingleses, pirtugueses y otros. Y tmb la conquista del territorio argentino por parte del imperio inca o los pueblis de centro américa por mayas y aztecas. El que conquista, impone.

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  16. Más allá de las opiniones de las publicaciones,son muy rica y enriquece mi saber de conocer a través de los comentarios historia que debemos tener siempre presente y nunca olvidar.

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  17. Es la historia de la humanidad,en todo el mundo corrieron ríos de sangre,las conquistas no pueden enorgullecer a nadie,parece que el ser humano es sangriento por naturaleza.

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  18. Discúlpenme todos los que escriben acá donde viven? Así tengas un depto en corriente y 9 de julio. Esa tierra también fu usurpada. Salvo que seas hijo de algún querandi. Así que todos devolviendo. Lo que estamos usurpando. Digo si queremos reivindicar.

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  19. siempre han existido ELITES , y siempre JUAN PUEBLO es fue y seremos los que llavaremos del BULTO.X nosotros mismos , somos los MAYORES DEPREDADORES QUE DIOS CREO, nos quejamos hablamos criticamos , y al fin no hacemos nada , em todos nosotros y nunca dejara de existir lo INDOLENTES que somos.

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  20. En mi blog Amaranto dalcoba.blogspot.com.es me ocupo de los genocidios cometidos por el ejército de los Estados Unidos de Norteamericano (U.S. Army) contra las naciones Sioux y Apache. La Campaña del Desierto del gral. Julio A. Roca fue igual de genocida que las norteamericanas, pero más modesta en números: más pequeño el número de hombres, mujeres y niños asesinados y menos extensos los territorios robados a sus legítimos propietarios. Tanto más por cuanto los norteamericanos, además de apropiarse de los territorios de caza de los indios quitaron a los criollos de México los territorios de Baja California y del actual estado de Nueva México. En materia de conquistas territoriales sólo el Reino Unido, U.K. superó la piratería norteamericana, colonizando India, e imponiendo a China y al mundo un siglo de protectorado de Hong Kong y el libre ejercicio del tráfico de opio en el Lejano Oriente.

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  21. Da mucha tristeza este país....Argentina....eran humanos esos asesinos? Pensar que todavía está esa mentalidad entre nosotros.
    😢😢😢😢😢😢😢😢😢😢😢😢

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